Entre los beneficios que nos traen las diferentes estaciones, se encuentra la diversidad de verduras, hortalizas y frutas de temporada que podemos consumir por largos meses y con mucha satisfacción. En este artículo te hablaremos de las frutas y verduras que corresponden al otoño. Además, tocaremos temas muy en boga y de enorme importancia, tales como la huella de carbono y los productos Km 0. ¡Acompáñanos!
¿Por qué es mejor consumir productos de temporada?
Existen mil razones para que en tus compras selecciones los frutos y vegetales propios de cada temporada. Entre ellas, figura en primer lugar el punto óptimo de madurez. El momento en el que las frutas y verduras de temporada alcanzan sus mejores características. El sabor, el aroma, la textura y el aspecto cambian a peor cuando estos productos se cosechan verdes y alcanzan su madurez por medios artificiales.
El valor nutricional también es el más elevado en la oferta de temporada. Un vegetal que ha crecido y sazonado al sol, a las temperaturas más adecuadas según su tipo, desarrollará un contenido pleno de macro y micronutrientes. De esta manera, no solo vas a comer con más placer, sino que tu dieta será más saludable.
Consumir frutos fuera de su tiempo natural puede acarrear varios problemas, como veremos a continuación.
La huella de carbono y las frutas y verduras de otoño
Importar productos del extranjero es parte de la globalización, no cabe duda. Pero hay que pararse a pensar que el recorrido de estos alimentos es, muchas veces, de miles de kilómetros. Muchos vienen de lugares tan lejanos como África o Sudamérica. El transporte necesario para traer sustitutos de las frutas y verduras de otoño, ya sea por barco, avión, tren o en camiones, genera millones de toneladas de CO2 que pasan a la atmósfera. Por otra parte, los cultivos de invernadero necesitan bombas de calor, que requieren un enorme consumo energético para funcionar.
Los productos Km 0, es decir, los que vienen de los cultivos próximos, no causan estos problemas. En España, se pueden encontrar cerca de un centenar de restaurantes que se abastecen de este tipo de alimentos. Podrás identificarlos por una placa en la puerta que los caracteriza como pertenecientes al movimiento Slow Food, que se opone a la comida rápida.
Biodiversidad autóctona
Si la demanda de frutas y vegetales les da prioridad a los productos locales, la biodiversidad no se ve afectada. La proliferación de especies autóctonas es determinante para mantener esta deseable condición en los ecosistemas.
El consumo globalizado se basa en unas pocas especies, muchas veces transgénicas, que son resistentes a ciertas condiciones, lo que aumenta la productividad de las cosechas. Entre sus cualidades, figuran la tolerancia a las plagas y el almacenamiento prolongado, por poner dos ejemplos. La llegada de estos productos a nuestra región supone la amenaza de contaminar los ecosistemas con especies invasoras, que pueden competir con éxito contra las locales.
Frutas y verduras de temporada de octubre más frescas, más baratas
Comprar a los productores con el mínimo de intermediarios hace que lleguen a tus manos productos recién cosechados, con toda su lozanía y aroma. Por otra parte, conseguirás mejores precios, ya que los costes de transporte y almacenamiento son mínimos, y tampoco es necesario congelar o recurrir a conservantes. Los alimentos procedentes de otros países pueden costar hasta el doble que los cosechados localmente en su correspondiente temporada.
Otro impacto positivo es que, al preservar los cultivos autóctonos, estimulamos el comercio local e impulsamos la economía de la región. Se crean más empleos, se consolidan las empresas y se hace más dinámico el intercambio de bienes y servicios.
Evitar el círculo vicioso
El cambio climático producido por los gases de efecto invernadero afecta a muchos cultivos, los perjudica, hace que el momento de la cosecha se atrase o, por el contrario, se adelante. Entonces, muchas personas traen de fuera los vegetales y frutas para satisfacer la demanda. Con esto, como supondrás, agravamos el problema de la huella de carbono.
Frutas de otoño
La diversidad de frutas que están de temporada en el otoño es enorme. Tienes para escoger una gran variedad como granadas, uvas, moras, frambuesas, higos, melones, manzanas, melocotones y peras, que están en su mejor momento en septiembre.
En octubre varía un poco la oferta y aparecen los kiwis, tan jugosos y verdes, mientras las frutas que mencionamos antes siguen estando en su tiempo natural, pero van saliendo del calendario. Noviembre sigue ofreciéndote kiwis, pero nos sorprende con los cítricos. Podrás disfrutar a plenitud del sabor y el aroma de las limas, limones, naranjas y mandarinas.
Verduras y hortalizas de otoño
Esta estación quizá sea la más rica en productos del campo. Encontrarás una gran variedad de verduras de temporada de octubre. Los vegetales de hoja verde, tales como las espinacas, endivias, acelgas y lechugas, son más vistosos que en el resto del año. Los pepinos, pimientos, cebollas y tomates van a formar parte de tus más crujientes ensaladas. Y no olvidemos alimentos tan deliciosos y saludables como el aguacate, el maíz, las judías y las berenjenas.
Noviembre, además de brindarnos muchos de estos vegetales, te será muy grato gracias a las coliflores y los deliciosos champiñones, con todo su aroma y sabor. Los cardos y nabos estarán también disponibles este mes.
Verduras de temporada en octubre
Algunos tubérculos van a estar más frescos y a mejor precio en el mes de octubre; se trata de las remolachas, rábanos, batatas y zanahorias. Entre las verduras de otoño de hoja verde, seguirás encontrando endivias, lechugas, acelgas y espinacas, pero además habrá coles. Las calabazas, cebollas, puerros y brócolis contribuirán a enriquecer tus menús.
Como has visto, el impacto de la modalidad de alimentación de temporada es favorable desde el punto de vista económico, social y ambiental. Conviértete en un auténtico local y prioriza siempre los productos de cercanía en tu dieta recurriendo a las frutas y verduras de temporada. Así contribuirás a cuidar el ecosistema de nuestras islas, un bien insustituible y precioso que nos pertenece a todos. Mientras, comerás más sano y lo disfrutarás más.