El ron es mucho más que una bebida alcohólica destilada que se obtiene a partir de la melaza de la caña de azúcar. Estamos hablando de un elixir cuyo origen se remonta al antiguo Egipto. Aunque este licor de piratas por excelencia (y base de un cóctel legendario inmortalizado por Hemingway) tiene una indiscutible fama de caribeño, le debe a Canarias un papel clave en su trayectoria histórica.
El origen de la palabra “ron” oscila entre varias teorías, desde los rummers (vasos alemanes), hasta una contracción del nombre científico de la caña de azúcar, Saccharum Officinarum, pasando por una derivación de la palabra arôme, aroma en francés. Pero la teoría más aplaudida es la que sitúa el origen del nombre del licor en el sustantivo de origen inglés Rumbellion, que significa “gran bullicio” y era el nombre que se le daba a las fiestas que los piratas celebraban después de haber obtenido algún sustancioso botín tras alguno de sus abordajes.
Origen milenario
El origen de la caña de azúcar, materia prima del ron, se pierde en la noche de los tiempos, pero se sabe que la planta era abundante en Asia (los expertos se dividen entre su posible nacimiento en China o en La India) y queda constancia de su expansión por Egipto en el siglo IV antes de Cristo. Cuentan las crónicas que los soldados de Alejandro Magno tomaban cierto brebaje preparado con técnicas milenarias procedentes de Bengala (India) mediante las que producían “miel de caña” por evaporación en caliente del jugo de la planta de azúcar.
Unos siglos más tarde, tras la conquista del reino moro de Granada, los árabes copiaron esta técnica y se convirtieron en los primeros en destilar este licor de los jugos fermentados de la caña de azúcar, produciendo una bebida fuerte llamada Arad que se utilizaba con fines terapéuticos. Gracias a ellos, la planta se introdujo y se expandió en Europa a través de España.
Rumbo al Nuevo Mundo
La historia del ron posee un vínculo inevitable con la historia de las Islas Canarias, ya que fue desde las Afortunadas desde donde partieron las primeras cañas de azúcar, hacia las Antillas en el segundo viaje de Cristóbal Colón al llamado Nuevo Mundo en 1493, y en enero de 1494 fecundaron las primeras plantas. Ese mismo año, el Almirante Colón escribió al rey de España, diciéndole: “Mi Señor, la caña de azúcar que plantamos está creciendo bien y con éxito”.
Por cierto, como curiosidad histórica: existe una leyenda que asegura que el apellido más antiguo asociado a la cultura del ron dominicano es Bermúdez, por Don Diego Bermúdez, un canario que supuestamente acompañó al Almirante Colón en su ruta desde las Islas hacia las costas caribeñas portando la planta del azúcar.
Es evidente que esas primeras plantas que Colón había llevó a América prosperaron y fue entonces cuando los colonizadores comprobaron que del jugo exprimido de las cañas de azúcar se obtenía una bebida muy particular tras exponer el líquido al sol y mezclarlo con agua una vez fermentado. Es a partir de ese momento cuando las plantaciones de cañas de azúcar pasan a exportarse a Europa y cuando esta bebida pasa a convertirse en todo un negocio, llegando incluso a ser la principal moneda de cambio entre los siglos XVII y XVIII.
Piratas del Caribe
Se puede considerar a los piratas como los primeros «agentes comerciales» de la industria precursora del ron. La predilección por este licor tenía mucho que ver con sus propiedades medicinales y “antiestrés”. Entre 1655 y 1970, los marineros británicos estuvieron recibiendo una ración diaria de ron por una orden instituida por un Almirante llamado William Penn.
Curiosamente fue un famoso pirata llamado Francis Drake el padre de otro de los combinados más populares y representativos de Cuba: el Mojito. Este corsario de la Marina Real Inglesa creó una mezcla de aguardiente de caña (un precursor del ron llamado tafia), azúcar, limón y hierbabuena, que llevó su apellido y se castellanizó como Draque. Entre los siglos XVII y XVIII se comenzó a destilar la tafia dando así paso al ron. Pero no fue hasta un tiempo después, allá por la década de 1860, cuando su producción comenzó a ser más refinada gracias a la introducción de alambiques de cobre y al proceso de envejecimiento. Este sustituyó al aguardiente y lo que ya en Cuba se conocía como «draquecito» se rebautizó como mojito, un aliño cubano hecho con lima y usado para aderezar platos. Quizá por tener también lima como ingrediente, la bebida se pedía ‘con un poco de mojo’, es decir ‘mojito’.
Cuba Libre
El Cubalibre es, con toda probabilidad, la combinación más famosa del mundo. Esta popular mezcla original (1 parte de Ron, 3 de Coca-Cola, hielo y una rodaja de limón) nació en 1898, en plena Guerra de Independencia, cuando un grupo de soldados estadounidenses (unidos a la causa cubana contra los españoles) se encontraba fuera de servicio en el Bar Americano de la Vieja Habana. Un capitán pidió Ron con Coca-Cola, mucho hielo y unas gotas de limón. Semejante mezcla despertó la curiosidad del resto de soldados, teniendo un éxito instantáneo. Se cuenta que a la segunda o tercera ronda brindaban todos al grito de “¡Por Cuba Libre!”.
El daiquiri es otro coctel que dio la vuelta al mundo como un emblema más de Cuba. El famoso escritor Ernest Hemingway, fervoroso adepto de este combinado, contribuyó a su popularidad universal.
Los más populares tipos de ron en el mundo
Ron Blanco: Es un ron incoloro que suele ser usado comúnmente para crear cócteles que no necesitan que el sabor del ron sobresalga.
Ron Dorado: Madurado unos años más que los blancos, se va tornando más suave y tomando el color dorado que le aporta la madera. Según el tipo de barril puede tener notas diferentes, pero es normal que tengan sabores a vainilla, almendra, caramelo o coco.
Ron Oscuro: Añejado en barriles de roble por más tiempo, que le aporta más sabor y carácter.
Ron Negro: Hecho a partir de la melaza de la caña de azúcar, es más oscuro, con mucho cuerpo. Son muy utilizados en repostería y en la industria de la golosinas.
Ron Añejo Premium: Cuanto más tiempo pasa el ron en las barricas, más sabor y complejidad añadida tendrá. El ron añejo se refiere al tipo de ron madurado y más fino de las destilerías. Es ahumado y rico en matices.
Ron Vintaje: Mientras la mayoría de los tipos de rones añejos provienen de mezclar diferentes cosechas antes de ser embotellados, estos nacen de mezclas específicas de un año en específico. Identificados en la botella como “Vintage”, tienden a ser ediciones limitadas muy valoradas por coleccionistas o amantes del ron.
Ron Overproof: Se refiere a aquellos tipos de rones que son embotellados con mayores concentraciones alcohólicas. Son populares en las islas del caribe donde los nativos prefieren bebidas más fuertes, aunque también se usan en cocina para hacer lo populares flambeados, ponches de ron o cócteles muy específicos.
Ron Agrícola: Es la denominación de origen de los tipo de rones producido en las zonas de dominio Francés en el Caribe, aunque también se producen rones similares en otras zonas. Es fermentado, destilado de jugo fresco y puro de caña de azúcar; embotellado a porcentajes alcohólicos altos, lo que le aporta mucho sabor de la caña.
Ron Especiado: Ron mezclado con especias como semillas, raíces, hojas o corteza de árboles. La infusión con estos ingredientes ofrece un amplio rango de sabores, que son muy apreciados por la coctelería en general y repostería.
El ron canario: tradición centenaria
Aunque ya en el siglo XVIII en las Islas Canarias (y concretamente en la localidad de Arucas) los monjes destilaban ron en los conventos, esta bebida no se extendió entre la población canaria hasta 1884, cuando se fundó la Fábrica de Azúcar de San Pedro, la bodega de destilados más antigua de Europa.
En realidad las Islas Canarias han ocupado siempre un lugar muy destacado dentro de la industria mundial del ron, contando con centenarias y prestigiosas marcas como Arehucas, Guajiro, Cocal o Artemi, entre otras. De hecho, el ron canario está considerado como uno de los mejores del mundo, siendo las destilerías de Gran Canaria un referente en toda Europa. Durante varios siglos la destilación se hacía de manera artesanal porque la destilación industrial no llegó hasta 1936. Hoy la ciudad de Arucas alberga la mayor y más antigua fábrica y bodega de ron de Europa, lo que la ha convertido en uno de los mejores reclamos turísticos de la zona norte de la isla. El ron canario posee, en general, una tonalidad brillante, dorada y traslúcida que se hace más intensa cuanto más añejo es el ron.
Pero si algo destaca del ron, es que a pesar de tener una misma materia prima, su sabor varía mucho en función de la zona de producción y, en ese sentido, Canarias cuenta con una fórmula única y conocida en todo el mundo por su distinguida Denominación de Origen protegida “Ronmiel”. Se trata de un auténtico tesoro canario, elaborado a partir de aguardiente o melaza y cuyo nombre es debido a la miel que incorpora su receta (superior al 2% del volumen total). El ronmiel canario es un licor dulce y con mucho cuerpo que se suele tomar como colofón de lujo tras un buen almuerzo o cena.
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