La cerveza es quizá la bebida más popular en el mundo. Siempre es buen momento para tomarla y si estamos en pleno verano, una jarrita bien fría es mano de santo para aplacar la sed más persistente.
El origen de este ‘oro líquido’, es casi tan antiguo como el ser humano. Se sabe que los antiguos sumerios ya elaboraban el zytum, un licor a base de cebada, cuatro mil años antes de Cristo. También cuentan las crónicas que los egipcios que trabajaron en la construcción de las pirámides cobraban parte de su salario en cerveza (entre cuatro y seis litros diarios). Ellos fueron los que exportaron esta bebida a Grecia, desde dónde se expandió hacia Roma y de ahí a las tierras galas y germánicas donde comenzaron a elaborarla con malta de cebada y avena.
El nombre de cerveza por lo visto se debe a la diosa de la Naturaleza (Ceres) y su fuerza (vis), quizá por el poder reconstituyente del brebaje: ceres-vis, cerevisa, cerveza. Durante la Edad Media se mejoraron las recetas en las abadías del centro de Europa, consideradas auténticas guardianas del preciado líquido. El lúpulo se empezó a incorporar como aromatizante a partir del siglo XV hasta que se dieron cuenta de su calidad como conservante natural debida a sus propiedades antisépticas.
En el siglo XX nacen las grandes compañías cerveceras pero en el actual siglo XXI está emergiendo con fuerza una tendencia cada vez mayor una industria cervecera más pequeña y de carácter artesano que pretende devolverle la calidad y exclusividad de otros tiempos.
Tipos de cervezas: el auge de la pequeña industria artesana en Canarias
Prácticamente casi todas las cervezas que existen se pueden incluir en dos tipos principales: las cervezas Ale y las Lager. La diferencia más importante entre ambas categorías es el tipo de fermentación, baja en las Lager y alta en las Ale. Dentro de cada una de estos dos tipos encontramos un sinfín de variantes: Lager Pilsen, Lager Especial, Lager Extra, Pale Ale, cervezas negras, Ales belgas, Ales alemanas, Abadía, etc.
En Canarias, además de las clásicas Tropical y Dorada, tenemos varios ejemplos de cervezas artesanas que ofrecen nuevos sabores y matices gracias al buen hacer y creatividad de una nueva y apasionada generación de cerveceros. La oferta de este tipo de cervezas crece exponencialmente y su calidad empieza a ser reconocida en el ámbito nacional e incluso internacional.
Más allá de quitar la sed
A la evidente capacidad de hidratación que posee la cerveza, hay que sumarle otras valiosas propiedades como su poder diurético, antioxidante y regenerante, gracias a su contenido en vitaminas, minerales y ácido fólico entre otras saludables sustancias.
Una receta sorprendente
Para terminar, una curiosidad sorprendente. Seguramente hayan oído hablar de la cerveza como ingrediente en la cocina puesto que es un excelente caldo para guisos o salsas (el famoso pollo a la cerveza), pero para terminar con dulzura y originalidad, les proponemos un postre espectacular. Recuerden que pueden encontrar todos los ingredientes en nuestro Mercado Digital, incluidas las cervezas, claro. Ahí va la receta. Prepárense para chuparse los dedos:
“Tarta de chocolate y cerveza negra”
Ingredientes para el bizcocho:
- Harina de uso común, 250 g
- Cerveza Guinness Original, 280 ml
- Cacao en polvo sin azúcar, 75 g
- Azúcar, 400 g
- Nata líquida para montar, 120 ml (*)
- Huevos L, 2 (*)
- Mantequilla sin sal, 250 g (*)
- Esencia de vainilla, 1 cucharada
- Bicarbonato sódico, 1 cucharada
Ingredientes para la cobertura de crema de queso:
- Crema de queso para untar tipo Philadelphia, 250 g (*)
- Azúcar glas, 150 g
- Nata líquida para montar, 200 ml (**)
(*) Deben estar a temperatura ambiente
(**) La nata que vamos a montar tiene que estar de la nevera
Preparación:
- En un cazo ponemos a calentar a fuego muy bajo (3/12) la mantequilla con la cerveza hasta que se derrita la primera. Reservamos.
- Encendemos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo sin ventilador para que se vaya precalentando.
- En un bol pesamos los 400 g de azúcar. En otro bol, mezclamos la harina, el cacao en polvo sin azúcar y el bicarbonato y tamizamos la mezcla sobre el azúcar (el paso de tamizar es muy aconsejable si queremos que luego no queden grumos cuando incorporemos los líquidos). Mezclamos con cuidado con el azúcar y reservamos.
- En otro bol (podemos usar en el que habíamos mezclado la harina limpiándolo con papel de cocina) mezclamos la nata con los huevos y la esencia de vainilla y batimos enérgicamente hasta obtener una mezcla homogénea. Añadimos la mezcla de cerveza Guinness y mantequilla fundida y batimos bien.
- Añadimos la mezcla líquida sobre los ingredientes secos y los integramos con delicadeza utilizando un batidor de varillas manual. Debemos intentar que no queden grumos, pero también debemos evitar batir enérgicamente, pues si lo hacemos se empezará a desarrollar el gluten y el bizcocho quedará más apelmazado.
- Preparamos un molde redondo de 24 cm de diámetro (o de otra forma pero de tamaño equivalente) bien engrasándolo o forrándolo, vertemos la mezcla en el molde, lo introducimos en el horno precalentado y horneamos durante 50 minutos a 180ºC.
- Pasado ese tiempo, pinchamos con un palillo y si sale limpio es que ya está, si no, lo dejamos 5 minutos más y volvemos a comprobar.
- Dejamos enfriar antes de cubrirlo con la crema de queso.
Para preparar la cobertura de la tarta de cerveza Guinnes y chocolate:
Montamos la nata sin añadirle nada de azúcar.
- Mezclamos la crema de queso con el azúcar glas.
- Incorporamos la nata montada y mezclamos con movimientos envolventes hasta conseguir una crema homogénea y sin grumos. Dependiendo de la marca de queso utilizada la mezcla puede quedar más o menos densa, si vemos que es demasiado densa podemos añadir una o dos cucharadas de leche para hacerla más fluida.
- Finalmente extendemos la crema de nata y queso sobre el bizcocho frío como si fuera la espuma densa de una cerveza Guinness y listo. Salud y buen provecho.
Fuentes consultadas:
- molinaforbrewers.com
- sabrosia.com
- paseandohistoria.blogspot.com.es
- muyinteresante.com
- Mer Bonilla
- Wikipedia
