El tomate canario es un alimento que protagoniza buena parte de las exportaciones del Archipiélago. Antes de comentar este aspecto, te comentamos algunos detalles sobre la historia de este cultivo.
El cultivo del tomate en Canarias
Fue a finales del siglo XIX cuando los británicos comenzaron a sembrar en las Islas el tomate que luego importarían. Debes saber que en este siglo el consumo de tomate no era demasiado común. Los ingleses que llegaron a Canarias decidieron seleccionar unas semillas que produjeran un tomate con un máximo de 60 milímetros de diámetro. Había nacido el ahora conocido como tomate canario.
Fue hacia finales de dicho siglo cuando comenzaron a especificar los tipos de tomate que iban a sembrarse. En 1885 y 1887 se llevó a Gran Canaria y a Tenerife la variedad Perfección. En los primeros años del siglo XX se comenzaron a usar semillas de Allisa Craig, Eveshan Wonder, Manzana de Palo y Cruce de Palo, entre otras. El motivo no fue otro que encontrar una variedad más resistente a las plagas y a las alteraciones del clima.
A partir de la entrada en la Unión Europea en 1986, se consiguió convertir al producto en uno de los emblemas, junto al plátano y al pepino, de las exportaciones. Dada la lejanía del Archipiélago, se decidió apostar por las subvenciones logrando así una serie de ventajas, como la rebaja de los aranceles, frente a otros competidores.
En la actualidad, el 80% del tomate producido se dedica a exportación consiguiendo vender cada año toneladas de una alternativa con tanta calidad como popularidad en todo tipo de mercados.
Exportación del tomate canario
La exportación del tomate sigue siendo uno de los motores de la economía canaria. En la temporada 2019-2020 se exportaron 33.682 toneladas. Si bien se produjo cierto descenso provocado por la pandemia y por el Brexit, todo parece indicar que las nuevas subvenciones para seguir exportando al Reino Unido serán el aliciente necesario para alcanzar las cotas previas a la pandemia e incluso superarlas.
A ello contribuirá el cambio de modelo productivo que ahora parece basarse más en invernaderos que ayuden a alargar la campaña de producción y a proteger mejor la cosecha. La reducción de costes y el uso de energías renovables son otros factores que inciden, directamente, en la viabilidad de un cultivo que alcanza prácticamente las mismas cotas de exportación que el plátano (el producto estrella y el más conocido en otros mercados).
Principales zonas de producción del tomate
El tomate es una fruta que encuentra en el clima canario a su mejor aliado. No en vano, la producción hasta junio de 2021 fue de 29.560,93 toneladas, lo que confirma su adaptación a las distintas áreas de las Islas. Sin embargo, la siembra del tomate se limita a una serie de zonas específicas en las que se consiguen unos óptimos resultados.
Así, la planta del tomate se encuentra, principalmente, en el sureste de Gran Canaria donde los invernaderos protagonizan el paisaje. Al oeste encontrarás el barranco de La Aldea, otra zona en la que nuestro protagonista es el rey de los cultivos.
Es al sur de Tenerife donde más tomateras vas a encontrar. Localidades como Arico y Granadilla de Abona son el principio y el final de una zona dedicada casi en exclusiva a esta fruta. Si vas a Fuerteventura, es muy común encontrar tomates en toda la isla al ser una del conjunto que más cantidad aporta a las exportaciones.
Los agricultores de Lanzarote también eligen el sur para sembrar. En Yaiza, Mácher o Tías es bastante sencillo encontrar huertos completos con variedades de tomate. Curiosamente, El Hierro, La Gomera y La Palma no son islas donde se cultive de forma habitual este alimento (aunque hay excepciones como ahora comprobarás).
Como curiosidad, te comentamos que en cada una de las islas y áreas arriba mencionadas se cultiva un tipo concreto de tomate:
- En La Aldea de San Nicolás (Gran Canaria) predomina el tomate cherry.
- En Tamaraceite (Gran Canaria) el tomate de exportación.
- En San Cristóbal de La Laguna (Tenerife) el tomate negro.
- En Granadilla de Abona (Tenerife) el tomate de caña morada.
- En La Oliva (Fuerteventura) el tomate huevo de gallo.
- En San Bartolomé (Tenerife) el tomate manzana negra.
- En Teguise (Lanzarote) el moscatel.
- En Barlovento (La Palma) el perita.
- En Valverde (El Hierro) el perita pequeño.
- En Agulo (La Gomera) el tomate pera.
- En Valle Gran Rey (La Gomera) el tomate de exportación (en este caso y en el anterior nos referimos a una variedad concreta que recibe esta denominación y que alude a la variedad Perfección en la mayoría de los casos).
Es decir, en cada zona productora se cultiva exclusivamente la variedad de planta del tomate que mejor se adapta a las peculiaridades orográficas y climatológicas. El resultado es positivo y facilita la exportación de tomates distintos lo que ha permitido la entrada en mercados de todo el mundo.
Mucho ha llovido desde que Fyffes & Hudson comenzaron a exportar tomates o desde que Elder Dempster se asocia con los anteriores en 1891 para crear una ruta directa entre el Reino Unido y Canarias. Ahora la empresa nipona Sumitomo se encarga de su función y de seguir convirtiendo el tomate de Canarias en protagonista de las recetas más deliciosas.
Si bien el producto ha sufrido la sequía, las plagas y la competencia más intensa, todo parece indicar que en los años venideros no solo mantendrá, sino también superará las cifras anteriores a la pandemia. Confiar en su calidad, elegir la variedad que prefieras e invertir en su adquisición es sinónimo de éxito.
Todo sea por seguir apoyando uno de los productos canarios más conocidos mundialmente y por estimular su cultivo. Te invitamos a que descubras su sabor, sus variedades y su equilibrio entre la acidez y la intensidad. Convierte el tomate canario en tu secreto para darle el sabor que prefieras a tus recetas o para ofrecerles a tus clientes un alternativa saludable y siempre deliciosa.